La pasada semana os hablamos de los tipos de extensiones que existen en el mercado y de las diferentes formas de colocación. Hoy, vamos a tratar el tema de los cuidados de las extensiones.
EXTENSIONES DE PELO ARTIFICIAL.
Si utilizas extensiones de pelo artificial, deberás tener en cuenta que, aunque son muy fáciles de cuidar, no puedes lavarlas con champús normales ya que suelen ser demasiado fuertes y agresivos con este tipo de extensiones. Tampoco se deben utilizar espumas, geles o lacas sobre las extensiones de pelo sintético, ya que se dañarían.
En este caso, lo que debes utilizar son champús y otros productos específicos para extensiones sintéticas. Para encontrar el más adecuado para tus necesidades, lo mejor es que preguntes en el lugar donde adquiriste las extensiones sintéticas para que te orienten sobre los productos que necesitas para su cuidado.
A la hora de lavar las extensiones sintéticas, debes tener en cuenta que cuanto más las laves, menos te durarán. No estamos diciendo que te las pongas si están muy sucias, pero es aconsejable lavarlas cada 10 o 12 usos (si no utilizas productos fijadores, ya que si ese es tu caso deberás lavarlas más a menudo). Además, recuerda que debes lavar tus extensiones sintéticas con agua fría, ya que el agua caliente podría estropearlas. Como no puedes utilizar secador ni calor para secarlas tras el lavado, extiéndelas sobre una toalla colocada encima de una superficie planta. Déjala secar al aire y espera hasta que esté completamente seca para desenredar los posibles nudos.
EXTENSIONES DE PELO NATURAL.
Cuando las extensiones son de pelo natural, debemos cuidarlas del mismo modo que haríamos con nuestro cabello. Es decir, debemos lavarlas con un champú no muy agresivo, desenredarlas con cuidado (sin darnos tirones, ya que podríamos arrancarlas) y aplicarles sérums o aceites que le den brillo y sedosidad al cabello.
Para lavar el cabello con extensiones, nunca lo hagas con la cabeza boca abajo. Hazlo siempre con la cabeza erguida para que no se enreden las extensiones ni se estropeen. Utiliza un champú suave y acondicionador o mascarilla, ya que las extensiones naturales son también cabello humano y necesitan esos cuidados. A diferencias de las extensiones de pelo artificial, con las extensiones naturales puedes utilizar agua templada para lavarlas. Por último, intenta no frotarlas demasiado a la hora de lavar tu cabello, ya que se enmarañarán las extensiones y será más difícil desenredarlas.
A la hora de desenredarlas, hazlo cuando el cabello esté seco, ya que así no las estropearás ni provocarás roturas ni en tu cabello ni en las extensiones. No las cepilles agresivamente, sino hazlo con cuidado y preferiblemente con un peine de púas anchas.
Si necesitas aplicar productos de acabado como aceites, espumas o geles, puedes hacerlo sin miedo ya que no dañarás tus extensiones. Además, al ser de pelo natural, podrás utilizar planchas, secadores o rizadores para dar forma a tu cabello. Sólo debes tener cuidado con no acercarte demasiado a la unión de la extensión con tu cabello, ya que puede deteriorarse y caerse.
Las extensiones naturales deben ser renovadas cada tres o cuatro meses, ya que nuestro pelo natural va creciendo y la fijación se va alejando de la raíz de nuestro cabello. Si dejamos que pase mucho tiempo, el cabello nuevo que va creciendo se puede ver dañado. Además, si eso ocurre, la unión a nuestro cabello se irá notando cada vez más.
Por último, recuerda que si utilizas extensiones fijas, lo mejor es que te las quiten en la misma peluquería donde te las pusieron. De esta forma evitarás dañar tu cabello.